
La última cumbre entre China y la Unión Europea celebrada días atrás terminó sin éxito. fuera de llegar a un acuerdo, ambas partes acabaron con diferencias sobre su postura con respecto al conflicto bélico en Ucrania, con reproches y advertencias próximas, en lugar de progresar por una solución a la invasión rusa.

El objetivo principal de la delegación de la UE encabezada por la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y el Presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, era emplazar a China a abandonar su posición de neutralidad con respecto a la crisis en Ucrania, a ofrecer garantías suficientes sobre negar cualquier ayuda económica o militar a Rusia, y a condenar de forma rotunda el ataque de este.
Los Diálogos son cada vez mas tensos
Pese a que la conversación con el presidente chino, Xi Jinping, fue calificada por la delegación europea como un diálogo “franco y sincero”, y como una conversación “sincera y en profundidad” por parte del Ministro de Exteriores chino, China se ha limitado a señalar su preferencia a “seguir con su propio camino” en relación a su postura sobre el conflicto, pese a que Xi sí ha insistido su voluntad de estar siempre a favor del diálogo y de la paz.
Tanto Von der Leyen como Michel, han hecho hincapié sobre la responsabilidad de China como país miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, y ha advertido sobre una posible interferencia del gigante asiático en las sanciones económicas aplicadas a Moscú.
“Nuestras sanciones son efectivas y más de 40 países en total se han unido a ellas. Si China no se muestra a favor, al menos no debería interferir de ninguna forma”.
Von der Leyen. UE
China, pese a su posición de neutralidad, se ha mostrado contraria en más de una ocasión a las sanciones aplicadas a la economía rusa que fueron decretadas por la Unión Europea y por Estados Unidos. Pekín acusa a Washington de ser, junto a la OTAN, el principal responsable de la crisis en Ucrania. En la reunión con la UE, Xi Jinping dejó claro que las sanciones al Kremlin no hacen más que “echar leña al fuego” a la crisis e “incrementar las tensiones” con Moscú.