Según el INE, con una media de 1,63 m, las mujeres españolas no están muy lejos de la famosa altura de las suecas (1,65 m) no obstante, por razones desconocidas, cuando viajamos al norte de Europa da igual lo que digan las estadísticas, nos sentimos liliputienses. En España, todavía según datos del INE, hay 11.078.300 parejas (que involucran al menos a una dama).
¿Qué extraña semejanza puede acoplar tan diferentes datos?
Pues que, al menos según un estudio de la británica Open University, las mujeres bajitas tienen más éxito con los hombres. Total, que incluso están de moda, literalmente. Por poner un ejemplo, en la última Semana de la Moda de Nueva York hicieron su estreno Tess Holliday y sus imponentes 1,60 ,metros (en el desfile de la diseñadora de tallas grandes Ashley Nell Tipton). La hija de Johnny Depp, Lily-Rose Depp, con ni más ni menos la misma altura, desfila nada menos que para Chanel.

También, esta afición se extiende por todo el espectro de clases salariales.¿Dónde está la coherencia de este (aparente) sinsentido? Según Nettle, “no hay comprobación de que las mujeres bajitas conciban más cómodamente o sean más y más fértiles en la sociedad actual”. Es posible que el atractivo “extra” de aquéllas de poca estatura venga dado por la edad a la que se desarrollan, dado que “sabemos que total hombres como mujeres se sienten atraídos hacia atributos que en nuestro pasado progresivo habrían sido
Referente a los varones, el biólogo evolucionista Ambrosio García Leal comenta a Yo Dona que “los altos tienen superior premio reproductivo (al menos en potencia): encuentran pareja más fácilmente y también tienen más amantes cuando ya están emparejados”. De donde podemos deducir que, en generaciones venideras, los altos seguirán con las bajitas, las bajitas con los altos y cada vez seremos más en medio sin saber muy bien qué hacer.Según un estudio publicado por el biólogo Samuli Helle, de la universidad de Turku (Finlandia), en el 92,5% de las parejas él es más alto que ella. ¿Existirán más oscuras razones que las meramente reproductivas para estas preferencias?

El orgullo testosterónico viene dado por el conocimiento primitivo de hombría, ser el más robusto, el más lerdo y, sí, el más alto. Pero por mucho que entrenen en el gimnasio, los varones están obligados a convivir con su elevación durante el resto de su vida (a no ser que sean Tom Cruise -170 centímetros- y usen trucos hollywoodienses par.